sábado, 14 de mayo de 2011

Laurent Perrier Rosé, Cuando el Rosa es mi color.



Mucho se ha dicho y escrito del Champagne. Hay muchas frases memorables de personas ilustres y como ejemplo seleccionamos estas cuatro:

“El Champagne es el único vino que después de beberlo deja a la mujer más bonita” (Madame de Pompadour)

“Solo lo bebo cuando estoy feliz, y cuando estoy triste. Algunas veces lo bebo cuando estoy sola y cuando estoy en compañía lo considero obligatorio. Un poquito, si no tengo hambre y si tengo, lo bebo. De otro modo, ni lo toco, al menos que esté sedienta” (Lily Bollinger)

“Recuerden Caballeros, que no es por Francia por lo que estamos luchando, es por Champagne” (Winston Churchill, como Oficial en la Primera Guerra Mundial)

“Señores, en el pequeño momento que nos queda para pasar de la crisis a la catástrofe, nos deberíamos tomar una copa de Champagne” (Paul Claudel, poeta y diplomático francés)

Poco mas se puede decir, la verdad que la palabra Champagne viene cogida de la mano de la palabra glamour. Y si además de Champagne es Rosé junto al nombre Laurent Perrier, apaga y vámonos. Sí, los hay más caros, es cierto que los hay mejores, pero a mí este Champagne me encanta.

El Brut Rosé salió al mercado por primera vez en 1968 y se elabora exclusivamente con uvas de Pinot Noir que proceden del Norte y Sur de la “Montagne de Reims”, destacando los viñedos de Bouzy, Louvois, Ambonnay y Tours-sur-Marne. Realizando una corta maceración de 48 a 72 horas se obtiene el color y no por la mezcla de vinos tintos y blancos, como en otros casos. Finalmente, lo dejan reposar/envejecer en la botella por un mínimo de 4 años.

CATA

Botella de formas atípicas, estilo Enrique IV, con sencilla etiqueta redonda. Muy buena presencia en la mesa.

Visual: Color salmón pálido, casi de cebolla roja. Limpio. Burbujas pequeñas, finas y continuas.

Nariz: Una explosión en intensidad donde abundan las notas de frutas rojas (cerezas, moras, grosellas), chuches de fresa, notas minerales, flores azules y pastelería.

Boca: Ataque muy elegante, de cuerpo medio, con el carbónico sutilmente integrado, excelente acidez y pleno de frescura. Totalmente frutal, con un recorrido final largo y notablemente sabroso.

Este espumoso no es para egoístas, se tiene que beber en compañía... hummm, a lo mejor tres es una multitud.

Sobre los 60€, ese es su pequeño pero.

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