jueves, 26 de junio de 2014

Besugo al Horno, Amor y Habaneras



Me llama mi amigo Koldo, vizcaíno de pro, compañero de mus y de nocturnas habaneras a coro con otros dos amigos de Eibar, Josean y Carlos. Me cuenta mal de amores uff, dicen que un clavo con otro se quita... nosotros somos mas de juntarnos, cocinar, hablarlo y si lo bebido nos arranca, cantar. Nos parece mas práctico, porque lo de salir a la calle en busca de alguien que te llene el vacío... tiene menos futuro que un papel de lija en una peluquería.

Nos juntamos con unos gambones australes para hacerlos a la plancha. Muy sencillo, cama de sal gorda, ponemos los gambones que previamente han sido mojados en aceite de oliva y los cubrimos someramente con otra capa de sal. Punto pelota. Ah eso si, poco tiempo por cada lado, para que el producto esté jugoso.

Vamos con el besugo al horno, ingredientes para dos comilones:


Un besugo de 800grs.

2 Patatas grandes

3 dientes de ajo

Un poco de guindilla o una cayena pequeña

Perejil

Vinagre de Vino

Aceite de Oliva

Sal


En la pescadería pedimos que nos limpien bien el pescado y que nos lo abran en libro.


Pelamos las patatas y las cortamos en rodajas no muy gruesas. Ponemos aceite en la base de la bandeja, colocamos las patatas y añadimos un chorretín de aceite y sal, dejandolas 20 minutos a 180º

Colocamos el besugo con la piel descansando sobre las patatas, añadimos otro chorretín de aceite sobre su carne y lo dejamos en el horno durante 15/18 minutos a la misma temperatura.


Cuando esté a punto el pescado, ponemos los ajos en una sartén, y al poco tiempo añadimos la guindilla en aros o la cayena partida. Antes que los ajos se doren, añadimos el perejil picadito, damos tres vueltas y lo echamos sobre el besugo. Sobre esa misma sartén caliente echamos un chorretón de vinagre, le damos dos vueltas y lo añadimos al pescado. Y listo!



Mientras tanto hablabamos del amor, que poco mas o menos, es hablar del sexo de los ángeles cuando sonó "En un velero" con esa frase "era una bilbaínita mas hechicera que un serafín, yo no he visto en el mundo cosa mas bella que aquel rubí" y a Koldo se le pusieron los ojos rojos y a mí, viéndole, la piel de gallina. ¡¿Pero cómo se nos ocurre poner de fondo unas Habaneras hablando de amor?! Y durante unos momentos quedamos mudos los tres, Koldo, el besugo y yo. Nos dimos un abrazo de oso y nos pusimos a comer (llevándose el besugo la peor parte de los tres)... Eso sí, al final de la comida nos arrancamos por esa Habanera de título "La Bella Lola" y brindamos por el amor y por ellas, aquellas que en algún momento de nuestra vida "se acercó a mi, me dio un abrazo y en aquel acto, creí morir"




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